miércoles, 24 de octubre de 2012

YA NADA ES LO QUE ERA



 
YA NADA ES LO QUE  ERA




¿Dónde están esas viejas costumbres  que nuestros padres conocieron en los bares?.

Esas costumbre que nos hizo destacar a los hosteleros de muchas de las profesiones. Antiguamente no existían las cartas, era el mismo camarero el que recitaba de una forma espectacular toda la variedad de tapas. Ya se han cambiado eso por cartas plastificadas y carteles donde se anuncian las tapas que podemos degustar.

Al  igual que las comandas donde el camarero anota el pedido .Cada vez más se están  perdiendo las viejas costumbres y se están cambiando por la conocida PDA y la pantalla táctil.

Y eso por no hablar de la tiza con la que el tabernero apuntaba en la barra de metal el precio de lo que el cliente pedía,  ahí sí que salían las cuentas claras, no había problemas a la hora de pagar, los clientes tan sólo hacían caso a la cantidad que le decía el camarero y pagaban  sin rechistar. Buenos momentos aquellos,  para haberlos vividos, momentos que día a día se han ido perdiendo y nunca volverán.

Ya no es lo que era, pero luchamos los mismos trabajadores para que no se pierdan muchas costumbres , costumbres tan bonitas que tan solo he conocido de oído, pero que no me gustaría que desapareciesen por completo, y la próxima generación la recuerde como la recuerdo yo y luchen porque esa tiza que pintaba la barra o ese camarero recitando las tapas, ese que utilizaba las comandas de toda la vida.

 Libreta y bolígrafo en mano para escribir un sin fin de tapas, para que el cliente nunca olvide los cimientos de  una hostelería que arrasa por donde pasa, una reliquia entre las miles de profesiones. Como dice un gran amigo y compañero de profesión:  “dónde se dejó esa vieja escuela..”.

 

 

 

 

Eduardo Portillo Fernández ©.

 

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