¿Para comer?
¿Para comer?, pregunta típica que hacemos cuando
vemos entrar un cliente en el establecimiento que nos encontramos trabajando.
Lo curioso, es cuando nos contestan que si, pasan a comer pero solo será un
picoteo.
Son tres
los comensales que acompañamos a la mesa dispuesto a ese picoteo. Sin perder de
vista sus trajes, barba perfilada, maletín y por supuesto reloj que llama la
atención, ¿será Rolex, Bulgari, Hublot, Armani……? un sinfín de marcas
que tan solo se mueve minutero y segundero, lo demás son agujas pegadas para
dar el “queo”. Lo que no saben es que
nosotros tenemos el mismo reloj en la
muñeca y no nos remangamos la camisa
para vacilar de algo que no vale más de diez euros, aunque ellos lo luzcan como si un reloj de 10.000
euros se tratase. No hace falta saber todo eso para conocer a un cliente,
simplemente oírlo hablar o ver el trato que nos da, ahí es donde los conocemos
realmente, sobre todo a la hora de pedir lo que deseen.
De los tres que sentamos, solo uno es la voz de
mando, el que va de grande por la vida. Cuando nos disponemos a dar la carta a
cada uno, el mismo señor se hace notar y dando un salto de la mesa solo coge una, levantando la voz dice: ¡¡Pido yo al centro!!.
Así, evita que pidan platos excesivamente caros o algo que no esté del todo a su gusto. Ensalada, revuelto y un solomillo
trinchado, es lo que anotamos en la comanda mientras sugerimos: ¿algo más
señores. Vuelve a decir dicho individuo: no si acabamos de desayunar
prácticamente…. Es entonces cuando nosotros entre dientes nos reímos y nos damos
la vuelta, sabiendo que no tienen hambre sino que están enmallaos.
Mientras
salen los platos y no, nos alerta y nos
dice una frase muy típica: ¿no tendrá unas olivitas o un aperitivo por ahí
mientras vienen los platos?. Ah!!! ¿ Si no tenían hambre no?. Ahí no queda la cosa, cuando sale el revuelto, nos
pide una ronda nueva de pan igualmente que a la salida del último plato con el
que rebañan hasta el perejil que lleva el plato de decoración. ¿Picoteo o
comilona base de pan y aperitivos?.
No es ahí donde queda todo, porque a la hora de
pedir la cuenta preguntan el por qué se les ha cobrado 1,50 por comensal. No era el no tener hambre sino simplemente de
aparentar algo que no son, recordemos que lo que hace ante todo a una persona
es la humildad, y en esta sociedad, muchos
carecen de ella.
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